Una de las grandes deficiencias de las investigaciones sobre los visitantes de otros mundos es la falta de pruebas concretas de su existencia... ya no una foto, un vídeo u otro signo indirecto de la inquietante presencia de estos misteriosos seres: lo que todos buscamos es evidencia fìsica.
Pues bien, mi querido colega mexicano Jaime Maussan mostró en un programa de televisión lo que el nos señalaba como una criatura que contaría con ADN no identificado como perteneciente a este planeta.
Jaime, experto al igual que yo en temas insólitos, llevaba una criatura ya fallecida en un envase de vidrio, diminuta, aberrante, de aspecto vagamente humanoide o al menos antropomórfico. En la misma entrevista, mi colega aseveró que se habían practicado numerosos exámenes sobre el cuerpo, que habrían indicado que el ET (al menos, según él) tiene contenido de ADN que no coincide con el de los seres conocidos.
El aspecto horroroso de la pequeña bestezuela se debería a que, cuando fue capturada, fue sumergida en un medio ácido que acabó con su morfología en vida. Sin embargo, es cierto que parece difícil que el ADN haya subsistido a pesar del uso de sustancias ácidas... además, Jaime no mostró ninguno de los resultados objetivos de las pruebas realizadas...
¿Acaso estamos ante el primer cadáver reconocible de un alienígena? ¿Se trata solamente de un fraude comercial? ¿Ustedes que creen...?
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