En uno de los hechos más inverosímiles ocurridos al volante, un individuo llamado William Edwards, bajo los efectos del alcohol, vivió la increíble aventura de... ¡atropellarse a sí mismo!
En efecto, William se encontraba absolutamente ebrio cuando salió en plena madrugada de un club nocturno en la ciudad de Orlando, en los Estados Unidos. El personal de seguridad intentó convencerlo de que no estaba en condiciones de conducir, pero el joven hizo caso omiso a la advertencia y se introdujo sin dudarlo en su camioneta.


En mis exhaustivos archivos, no logré encontrar ningún ejemplo similar... ¿tal vez es solo un caso aislado? ¿Acaso se trata de un episodio para ser incorporado como el primer ejemplo de alguien que se embiste a sí mismo con su vehículo?
¿Ustedes que creen...?
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