¿Un Cementerio de Alienígenas?

Allá por 1927, el reconocido investigador peruano Julio Tello efectuó una serie de excavaciones en la península de Paracas cuando se encontró con un cementerio antiguo, de al menos 2000 años, en cuyo interior se topó con varios centenares de momias en posición sentada.

Sin embargo, la sorpresa del Dr. Tello fue notable cuando advirtió el extraño aspecto de esos cuerpos preservados por la aridez y los siglos... ya que realmente no parecían humanos.

Era claramente desconcertante el aspecto de sus cráneos, alargados y extensos como para contener un cerebro de un tamaño muy superior al de cualquier habitante de este planeta.

Cuando los científicos convencionales dieron su punto de vista, de inmediato relacionaron los pavorosos restos óseos con las prácticas culturales de muchos pueblos que alargan el cráneo mediante vendajes practicados desde la más tierna infancia.

No obstante, con los actuales conocimientos técnicos, fue posible tomar algunas muestras de ADN de los cráneos. De acuerdo con el 
investigador Brien Foerster, el ADN investigado en esos estudios no es coincidente con ningún grupo humano local, sino que se asemejan a la de individuos de la Mesopotamia.

Cuando de un prestigioso medio internacional me consultaron al respecto, les ofrecí mi humilde pero idónea opinión: resulta que el buen Brien, además de no contar con los permisos necesarios para la investigación, no hizo más que ratificar que el ADN mitocondrial de estas calaveras es sin dudas humano, por lo cual la hipótesis alienígena parece descartarse.

¿Nos encontramos ante un misterio no resuelto pero que podría ser explicado con sencillez? ¿O acaso los restos que se preservan en el Museo de Paracas corresponden a un camposanto de visitantes de otros mundos?

¿Ustedes que creen...?