miércoles, 29 de marzo de 2017

¡Una Ballena Mutante! #Fukushima?


Las consecuencias tenebrosas de las explosiones nucleares han quedado de manifiesto en sitios como Chernobyl o ante la imagen tétrica de los jabalíes mutantes de Fukushima. Sin embargo, la contaminación de los mares por parte de la radiación todavía no había arrojado evidencias... hasta ahora.

Hace unos pocos días, en las orillas de Pelluhue, en Chile, una enorme ballena quedó encallada en las playas, con una gigantesca protuberancia asomándose de su cabeza. Ante la sorpresa de turistas y habitantes de la región del Maule, el cetáceo muerto exhibía, en efecto, una colosal formación que impedía distinguir con precisión la forma del cráneo.



Los expertos chilenos no estaban por completo seguros, pero especulaban que se trataba de un ejemplar de la llamada ballena Minke antártica o acaso de una ballena de Bryde, pero la particular característica de este espécimen generaba grandes dificultades para confirmarlo.

Aunque la primera sospecha de los biólogos fue la de un traumatismo contra una embarcación, otros especialistas propusieron que la propia lengua inflamada por la presión interna podría haber protruido dentro de la cavidad bucal y dar lugar a la protuberancia.



Sin embargo, algunas voces se han alzado para señalar que el accidente de Fukushima ha filtrado material radiactivo hacia el océano Pacífico, por lo cual es muy probable que las poblaciones de cetáceos hayan sido afectadas y, ¿por qué no? hayan desencadenado mutaciones en estos mamíferos marinos.

¿Tal vez se trató solamente de un animal enfermo, víctima de una dolencia poco frecuente? ¿O bien esta titánica criatura de los mares es tan solo uno de los numerosos seres mutantes surgidos a partir de la contaminación radiactiva?

¿Ustedes que creen...?

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