Cuando pensamos en nanotecnología, rápidamente nuestra mente lo asocia con computadoras modernas, recursos médicos complejos y otras maravillas de la actualidad. Sin embargo, la historia humana está plagada de misterios y, entre ellos, algunos investigadores de temas insólitos han sugerido que la nanotecnología estaba presente en tiempos del Imperio Romano.
En efecto, la llamada Copa de Licurgo data del siglo IV después de Cristo y tiene la propiedad de cambiar de color según la iluminación y el sitio donde se pare la persona que contempla este misterioso objeto que parece fuera del tiempo (oopart)
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| La copa iluminada desde el frente |
Licurgo, según la mitología, era un rey de Tracia que prohibió el culto a Dionisio (Baco), dios del vino, y aparece representado durante su muerte en la misteriosa copa. Sus propiedades se han atribuido a la presencia de partículas de plata y oro de solo 50 nanómetros (0,00005 mm) en su estructura, lo que permite que, al alumbrarla desde adelante, el objeto sea verde opaco. En cambio, cuando se la ilumina por detrás, los tonos de la copa son rojizos. Se especula que también podría variar de color al verte líquidos diferentes en su interior, pero se ha preferido evitarlo para preservar la reliquia.
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| La copa iluminada desde atrás |
¿Es posible que se trate de una simple casualidad, un mero hallazgo circunstancial? ¿O acaso los antiguos romanos contaban con recursos técnicos para que sus artesanos elaboraran nanopartículas hace más de 1600 años?
¿Ustedes que creen...?


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