Hemos señalado en nuestro portal numerosos casos de animales que cambian de comportamiento de modo misterioso, adoptando conductas absolutamente atípicas en relación con los seres humanos.
Acaso un ejemplo notable que ha llegado a nuestras manos es el de los "inofensivos" piojos de mar, unos pequeños crustáceos del grupo de los anfípodos, que atacaron sin piedad a un bañista en Brighton, Australia.
El joven se encontraba disfrutando de las aguas del Pacífico cuando una miríada de voraces criaturas de mínimas dimensiones se abalanzaron sobre sus piernas y comenzaron a intentar devorarlo. El padre del joven, mientras lograba removerlo de las aguas y llevarlo al hospital, no dudó en advertir la gran cantidad de sangre que su hijo había perdido.
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El herido, recién llegado al hospital (Foto: Jarrod Kanizay, vía AP) |
Según los expertos, estas pequeñas bestias marinas no suelen ser agresivas y, por el contrario, se caracterizan por hábitos carroñeros. Solo son ocasionales los mordiscos a los bañistas y realmente resultan muy pocos comunes los ataques masivos, como en este caso.
Estos animalejos de escaso centímetro de longitud pueblan los mares de todo el mundo y, de acuerdo con mis frondosos archivos, no se habían descrito episodios similares... hasta ahora.
¿Acaso fue solo un hecho azaroso, que nunca ha de repetirse? ¿O tal vez ha surgido un nuevo enemigo del género humano, dispuestos a satisfacer su apetito feroz en los incautos nadadores?
¿Ustedes que creen...?